El habitar entre aldeas y puestos en el Oeste de Tinogasta (Catamarca), siglos I al XIII d.C.
Resumen del proyecto
En este proyecto articulamos e integramos información previamente generada con la nueva que derivará de las distintas intervenciones programadas. Nos proponemos delinear las diferencias, coincidencias o matices de las redes de relaciones que entrelazaron personas-objetos-lugares en temporalidades compartidas entre los siglos I y XIII, a través del análisis de la cultura material y los restos esqueletales contenidos en aldeas, puestos de altura y espacios internodales que fueron habitados y transitados para conectar las regiones de Fiambalá y Chaschuil (Tinogasta, Catamarca). Nuestra meta es aprehender, a distintas escalas espaciales y temporales, las formas de configuración de los paisajes, del territorio y de las redes de relaciones que las llamadas sociedades aldeanas, no-jerárquicas o heterárquicas generaron y mantuvieron en los ambientes contrastantes del oeste tinogasteño. Este proceso fue caracterizado por prácticas que se mantienen y otras que modificaron, pero todas representadas en la cultura material que se produce y reproduce. Para estos momentos nos encontramos con un paisaje definido por aldeas (en los fondos de valle), puestos de altura y las vías de circulación que los conectan. Nos preguntamos ¿cómo articularon las aldeas emplazadas en distintos ambientes con los puestos construidos en la puna transicional-cordillera en distintos momentos del amplio lapso considerado? ¿Qué entretejidos de relaciones se conformaron a lo largo de casi 1300 años, y cómo cambiaron y/o se reprodujeron en ese tiempo? ¿Cómo esas relaciones se mantuvieron en continua tensión para sostener “la igualdad” y cómo a lo largo del tiempo se buscaron y construyeron nuevas estrategias para mantenerla? Las líneas de investigación son variadas y complementarias para delinear las prácticas económicas, sociales, políticas e ideacionales que permitieron el mantenimiento y la transformación de la “simplicidad” de estas sociedades. Esta propuesta adquiere real sentido si los conocimientos generados se insertan dentro de la trama productiva de las poblaciones locales actuales, lo cual se logra aportando a la generación de nuevo conocimiento y su incorporación tanto a la comprensión de la historia del territorio (didáctico-educativo) como al desarrollo regional sostenible (turismo cultural).