Enlazando materiales, objetos y prácticas. Arqueología de la producción alfarera en La Troya (Fiambalá, Catamarca) durante el primer y segundo milenio de la era
Resumen del proyecto
Las investigaciones generadas por el Proyecto Arqueológico Chaschuil Abaucán (PACh-A) por más de dos décadas han permitido postular al barreal de La Troya (Tinogasta, Catamarca) como un espacio persistente donde distintas organizaciones sociales, económicas y políticas se asentaron construyendo sus poblados, enterrando a sus difuntos y realizando actividades productivas, agrícolas y alfareras. Las evidencias materiales allí documentadas y ligadas al proceso de producción alfarera desarrollado tanto por las sociedades aldeanas a lo largo del primer milenio como por la incaica son contundentes: (i) 60 estructuras de cocción de piezas aisladas o asociadas a espacios residenciales diversos, de formas variadas y con cronologías que cubren un amplio rango temporal, (ii) desechos producto de la actividad manufacturera; (iii) fuente de materiales fango-arcillosos de probada calidad; (iv) bosques de algarrobo explotados para combustible, (v) condiciones ambientales favorables y (vi) evidencias de pagos y ofrendas para solicitar los permisos de extracción de los barros del alfar. Sin embargo, aún hay aspectos que requieren de prospecciones, intervenciones y/o análisis más intensivos que permitan delinear estos procesos con mayor resolución y calibrar sus cambios y continuidades a través del tiempo. En este contexto, nos proponemos profundizar en la definición de los procesos de producción alfarera llevados a cabo en el Área de la Troya por parte de las sociedades del primer y segundo milenio de la era previa a la conquista española. Nuestro abordaje metodológico se apoyará en la configuración de la chaîne opératoire concebida como un instrumento analítico amplio (sensu García Roselló y Trías 2013) que posibilita elucidar las actividades, las relaciones y los cambios producidos a lo largo de todo el proceso de producción alfarera: la recolección y selección de materias primas, la construcción de las estructuras de cocción empleadas y los aspectos técnicos (arcilla, pastas, manufactura, cocción, combustibles), visuales (lenguajes y pigmentos), de procedencia y uso (contextos y residuos) de los objetos cerámicos allí recuperados. La cadena operativa así concebida resulta fructífera para definir las relaciones entre las acciones efectuadas con la materia (materias primas, secuencias técnicas, instrumentos) y los aspectos vinculados con el espacio social y simbólico en que la práctica ocurre (organización del trabajo, conocimientos, valores, ideas, percepciones) (Lemonnier 2012; Conneller 2011). Estas acciones y sus múltiples conexiones revelan particulares visiones del mundo, presentan dinámicas propias y deben comprenderse en el contexto socioambiental que les dio coherencia y sentido en el pasado. Para abordarlas articularemos las herramientas brindadas por: (i) la disciplina arqueológica, incluyendo prospección, análisis espacial, registro y excavación de las estructuras de cocción y los sitios residenciales asociados, análisis tecnológico y visual de materiales cerámicos, documentación de colecciones particulares y provinciales; (ii) los métodos y técnicas de las ciencias fisicoquímicas y naturales (análisis de procedencia, pigmentos, datación); y (iii) el análisis contextual de fuentes etnohistóricas y etnográficas de alfareros andinos. El enlace e integración de estas herramientas nos permitirá delinear el papel social, político y simbólico que jugaron los barros fango-arcillosos, en estado natural y los productos con ellos manufacturados, en las sociedades que habitaron el barreal a lo largo del tiempo.